Para los toques en vivo, incorporan a Oscar Sanabria como bajista y poco a poco caen en cuenta de su impronta personal: no ser tan buenos técnicamente ni especialmente virtuosos o talentosos pero no dejar que eso impida mostrar su voz, su discurso y que la gente escuche lo que tienen por decir independentemente de si el medio es el más apropiado o prolijo. Obviamente sin dejar de lado la autocrítica, la crítica social e incluso la metacrítica.

Con eso en mente definen su nombre como “Nada en especial” en 2019. Ya para 2021, y por giros de la vida, se contactan con un productor profesional y deciden que el sencillo que presentaría a la banda y a su disco debut sería aquel titulado “Al fin y al cabo no quería ser tan bueno”.

Actualmente siguen sin grandes pretenciones pero con mucho por decir a través de su música.